miércoles, 19 de diciembre de 2007

El 'síndrome del peregrino'

Me comenta una amiga en tono sospechoso que por fín le han puesto nombre a lo mío: el síndrome del peregrino.

Consigue estimular mi curiosidad lo suficiente como para buscar algo de ello por la red.

La mayoría de los medios de comunicación publican una noticia clonada (es lo que tiene beber de la misma fuente para ahorrar costes) sobre la presentación de un estudio en el que se describe, por primera vez, la patología del síndrome del peregrino.

Puedes ver un par de ejemplos aquí o aquí.

Trato de profundizar en una noticia que me hace sospechoso de ser un enfermo.

Como sólo hay una fuente, veo que se trata de un estudio presentado en un congreso de psiquiatría por el ilustrisimo doctor Jesús de la Gándara, de un Hospital de Burgos. Todo un currículum.

Parece fiable entonces. Es un señor con estudios. Pero vamos a ver qué más dice:

De la Gándara ha estudiado 38 casos en los últimos siete años; y todos comparten tres características: manifestarse afectados por un fuerte sentimiento de misticismo, padecer la fatiga de haber caminado mucho y tener antecedentes de patologías de salud mental

Vamos por partes entonces.

¿38 pacientes estudiados en 7 años?

O el estudio ha sido increíblemente profundo, o es que son lentos. De todos modos hacer unas afrimaciones generales por 38 casos concretos, no me parece muy fiable ni serio.

Tres características: cansados, aire místico y antecedentes.

Sigue sorprendiendome lo afinado del estudio al encontrar cansados a unos tipos que caminan durante todo el dia en un mes. Es lo que tienen los ilustrados, la perspicacia. Son capaces de observar pequeños detalles que a los demás se nos escapan.

Por eso ellos están arriba y los demás abajo.

Lo del aire místico espero que en el estudio esté más definido, pues es demasiado ambigüo. Seguro que más adelante lo extiende.

Lo de los antecentes me explica lo de los siete años para estudiar a los candidatos. Está claro que todo ese tiempo no lo han dedicado a estudiar, sino a esperar a dar con 38 tíos que encajen en el perfil que buscan. Un trastorno psicológico. O por lo menos propensión genética hacia él.

Si encontramos 38 personas con un transtorno haciendo lo mismo, podemos culpar a lo que hacen de su patología.

Eso en mi humilde barrio de L´Hospitalet se llama TRAMPA y se castiga con la perdida de credibilidad.
Pero le daremos una oportunidad
para no ser groseros con el doctor.
Dejemos que se explique más:

El 70% de los afectados eran varones, y la edad media, 40 años. Los síntomas más frecuentes que presentaban eran «episodios psicóticos agudos, con desórdenes de comportamiento, alucinaciones, delirios, trastornos emocionales intensos de tipo maníaco y sensación paranoide. Menos habituales eran los síntomas depresivos o derivados del uso de sustancias», explicó el especialista.

Esos 38 no estaban muy finos con ese historial. Pero fueron elegidos por eso y por estar en el camino de Santiago. Si quisieramos encontrarlos en un banco, en un estadio de fútbol, en una junta de accionistas, o en un consejo de ministros no nos costaría siete años dar con ellos. En una semana de bajón económico nos sobra.

Quizás sean los que van al camino después y son estudiados por el doctor.

De todos modos no da ningún ejemplo de lo que es una paranoia, alucinación, ateración del comportamiento ni nada de eso. Puede ser cualquier cosa.

Los enfermos tratados permanecieron diez días ingresados en la unidad de psiquiatría del Hospital de Burgos. Tras recibir el alta, solo cuatro continuaron el Camino, mientras que los restantes regresaron a su domicilio.


No me extraña que ya no les quedaran ganas.

Este síndrome, precisó, es semejante a otros como el de Stendhal, que describió por vez primera una especialista de Florencia, caracterizado por breves afecciones angustiosas y psicóticas de personas que se sienten saturadas de arte, lo que les provoca crisis de angustia; el síndrome de Jerusalén, que experimentan los peregrinos que viajan a esa ciudad, que sufren cambios notables en su personalidad; el del judío errante, o el de Ulises.

Es lo bueno de ser culto e ilustrado pues en lugar de argumentar con el populacho sus afirmaciones, aporta la existencia de otros estudios, a cual más absurdo, como prueba irrefutable de su credibilidad. ¡El vulgo no entiende, sólo crean en nosotros.!

Pero como eso no justifica los gastos, aporta por fín dos ejemplos concretos. Leámos atentamente:

De la Gándara describió ayer dos de los casos tratados: una médica burgalesa, que hizo el Camino con otros colegas y al llegar a Burgos presentaba un comportamiento muy raro, por lo que sus compañeros de ruta pidieron ayuda y fue preciso su ingreso en psiquiatría; y un «adicto a caminar» que había recorrido 100.000 kilómetros por diversos países y sufrió el síndrome también a la altura de Burgos.


Excelente cuando dice que que el poblema de la paciente es que se porta raro. ¿Qué quiere decir raro?

¿Quizás empieza a cuestionar algo que no debiera?

¿Quizás ha detenido el ritmo frenético de su vida para acompasarse con el ritmo natural del mundo?

¿No será un comportamiento raro empezar a pensar, a soñar?

¿O raro es que se pintó el pelo de colores?

Lo del segundo paciente es desconcertante. Un tipo se pone a caminar más de 100.000 km para sufrir el sindrome cuando se encuentra de morros con el doctor Jesús de la Gándara. Justo al llegar a Burgos.

Lo interesante de ese tipo es que cuando le preguntaron por su motivación, lo único que contestó fue:
- Huyo.

Al recibir el alta, continuó hasta Santiago.

Lo que no ha entendido el doctor en esos siete años es que gente como ese señor peregrino caminan por huir de tipos como él, que le ponen nombre y tratamiento a todo aquello que les da MIEDO.


Antes habían estudiado la salud mental de los vagabundos ingresados en su hospital, y entre ellos hallaron varios peregrinos. Pero ahora descartan «los vagabundos profesionales» que, con «esquizofrenia peripatética, buscan cama, comida y ropa limpia».

Lo único peripatético aquí es el propio estudio.

Lo peor de todo es que amenaza con continuarlo y seguramente conseguirá más fondos para detener esta máquina infernal que él llama 'manicomio ambulante'.


Este primer trabajo muestra «la punta del iceberg» de la situación. Los datos obtenidos hacen plantearse hipótesis como que entre quienes realizan el recorrido jacobeo hay «más gente extraña, enferma mental, que entre la población general».

¡Gente extraña! Debe ser otra definición médica que no acabo de entender por mi ignorancia académica.

Señor de la Gándara, con todos mis respetos, le quiero hacer una propuesta formal apelando a ese espíritu científico que le caracteriza y a ese noble afán de encontrar la verdad con todas sus energías.

Estimado doctor, el mejor lugar para estudiar el camino es el propio camino.

¿Quiere el experimento de su vida?

Usted, yo... y el camino.

Sin dinero.

Y sin pedir peripatéticamente nada a nadie.

Después me sentaré en su diván...

Usted escapará sin duda del maléfico síndrome y podrá conocernos y ayudarnos.

Le necesitamos...

¿Se atreve?



3 comentarios:

Jesus dijo...

El lenguaje es importante
Y el poder de las palabras establecidas como aceptadas aunque apunten a auténticas y demenciales acciones también.

Es importante conseguir decodificar el lenguaje del poder, entendido como el lenguaje de aquellos que no quieren un mundo de iguales, si no tener el mundo bajo sus pies.

El lenguaje de todo aquello que se da por bueno porque sí, porque sale en la tele, porque lo dice tal o cual persona.

Estimado peregrino estos días me ha parecido impresionante como a fuerza de repetir descalificaciones, una persona se volvía poco más que el demonio.

No seré yo el que diga que Chávez es un presidente maravilloso, aunque realmente, la gente pobre del país le está muy agradecida (esa gente no tiene acceso a escribir en Internet para agradecérselo, la oposición elitista sí). Pero me ha parecido muy fuerte ver como todos los medios lo calificaban de dictador (fue elegido democráticamente por los venezolanos por un 60% de la población) y se abrían las noticias sin escrúpulos diciendo: "el dictador hugo chávez" (joder con el periodismo que busca la verdad). Se le descalificaba incluso, por estar en contacto con Irán.

En cambio, cuando vino el presidente de Guinea Ecuatorial, dictador declarado, nadie dijo nada (perdóname hermano, apuntaré a que REPSOL YPF tiene negocios con ese gobierno y le interesaba otro tipo de actitud).

Pero para que veas adónde llega la fuerza de la palabra, veía hace pocas noches a Buenafuente y también criticaba a Chávez (me parecía de oídas, y no es algo que él suela hacer, y veía al "follonero" un poco incómodo con su jefe)...

Y por último, ayer se me acabó de constatar todo. Según un sondeo de estos que están tan de moda, la sociedad española pone como personaje que más aborrece a Bush y de segundo a Chávez.

Qué fácil ha sido conseguir una opinión pública desfavorable.
Cómo se construye todo.

Pues nada, estimado hermano, qué espero poder seguir compartiendo contigo nuestra pequeña televisión con nuestro decodificador particular, para ver la realidad "a nuestra manera" y con nuestras palabras.

Y por cierto, al del Síndrome del Peregrino, en vez de tirarse 7 años para escribir lo que ha escrito con 38 personas tomadas al azar de todas las que ha recibido del camino (habrá recibido más de 38?), desde luego, le habría salido más a cuenta aprender a hacer encuestas, que es más fácil y menos costoso y así podría haber dicho lo que quería antes.

Aunque si lo miramos bien, ya lo está haciendo, el síndrome del peregrino ya existe, gracias a la prensa, gracias a que las palabras sirven, a quien tienen que servir.

Arantxa dijo...

Carlos, me alegra tu respuesta y sobretodo tu propuesta al estudioso.

Como brillante estudioso que muestra ser le pido que amplie su mente y vea más allá de ella y de cuantificaciones y clasificaciones, hasta el propio Einstein confesaba no saber nada de Energía, humildad?

A todos aquellos que por miedo, u otras sensaciones desconocidas, de ver cambios en aquellos amigos que han caminado, por favor, dudar y cuestionarse es saludable, pero juzgar y enjaular? "Amaros los unos a los otros", entre muchas cosas yo entiendo "respetaros como os gustaria ser respetados".

Caminemos libremente de nosotros mismos, no es "fasil pero tampoco difisil". En mi corto camino leí TODO SE CUMPLE Y TODO ES POSIBLE... yo así lo siento ...

Gracias Carlos por tu aportación y regalo, a ti y a todos BUEN CAMINO...

Por mi parte, quisiera dejaros un pequeño regalo: un abrazo muy abrazado y muy amoroso con los mejores deseos para vuestros corazoncitos... son gratis, pero me encanta consumir abrazos especialmente en estas fiestas "consumistas"...

enigma dijo...

Hermano resulta muy fácil recordar esa conversación, decía algo así:

Si Jesucristo volviera a la Tierra no sería crucificado, pues ahora quienes le temen lo tacharían de enfermo, le mandarían al manicomio y le matarían a pastillas.


La conclusión de Jesús de la Gándara y su compañera Maite Álvarez es un insulto para todas aquellas personas que respetan el Camino (Santiago, Jerusalén…cual sea). Clasifico de tragedia que un grupo de personas tengan el placer de estudiarlo y aprender sus historias, y después de 7 años lleguen a esa conclusión (manicomio ambulante).

Amados Jesús y Maite os acompaño en el sentimiento.

Podemos discutir si la verdad se muestra distinta en cada persona pero que debemos tener los ojos bien abiertos para captarla es indiscutible.

Jamás nadie podrá hacerme creer que lo que viví en el Camino es falso.

Vamos chicos que lo podéis hacer mejor.

Enigma