martes, 30 de octubre de 2007
Aunque tu no lo sepas
Hermosa canción interpretada por una voz destinada a cantar nostalgias y tristezas.
El pobre Enrique no pudo superar su destino de trovador de las penas y murió aplastado por ellas en un sucio portal de su Madrid más profundo. Demasiada sensibilidad para un sólo cuerpo.
Un autentico lobo estepario que no consiguió romper las fronteras que su corazón le puso a la alegría de vivir, la alegria de haber sido invitados al maravilloso misterio de experimentar la vida.
Pero esa voz cantará eternamente eso tan humano de estar triste mientras llueva en las tardes de otoño y podamos asomarnos a cualquier ventana. En el espacio de vidrio que quede empañado por mi aliento dibujaré un corazón con el dedo.
Un corazón en el que también cabes tú, Enrique.
Sobre todo si vienes con tu voz...
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