En el marco del XX encuentro de Barcelona, organizado por la Fundació per la Pau y Justicia i Pau, con el tema "desmontando el negocio de la guerra", estuvimos en la conferencia inaugural a cargo de D. Federico Mayor Zaragoza.
Como siempre la lucidez, claridad y energia con la que se expresa el expresidente de la UNESCO, nos llena de optimismo. No es de extrañar el éxito de la convocatoria en un aula del CCCB que obligó a limitar la asistencia.
Debo decir, una vez más, que es un descanso para mi cerebro y mi espíritu asistir a una conferencia sobre temas cruciales y que una persona de ese nivel hable sin máscaras, sin eufemismos, con el corazón sobre la mesa. Estoy muy asqueado de esas intervenciones politicamente correctas donde no se dice nada en miles de palabras. Se usa un guión recurrente para no mojarse y no dar demasiado a pensar a la gente.
El señor Mayor Zaragoza, no sólo ama aquello que hace, sino que además se nota que aquello en lo que cree está asentado en lo más profundo de su alma y su conciencia. Así se aprecia la diferencia.
Trataré de hacer un breve resumen sobre lo que explicó, para que aquellos que no tuvieron la fortuna de entrar no se queden sin la fuerza de sus palabras.
Nos contó que siendo niño, su madre le dijo que para ser feliz debía luchar por su libertad, dedicarse a lo que amara y, sobre todo, "que no aceptara nunca lo inacepatable". Se nota que ha seguido el consejo de su sensata madre.
Nos habló del paradigma actual que se resume en la "perversión" de la frase "si vis pacem, para bellum" (Si quieres la paz, prepara la guerra). Es la base del negocio. Y estamos pagando las consecuencias de aceptar lo inaceptable, de callar en lo que denomina el "delito de silencio".
Nos mostró su preocupación por el hecho de que después del atentado a las torres gemelas, se cambió la tendencia del gasto militar, que había iniciado una tímida recesión. Volvió a abotefearnos en la cara con el dato que DIARIAMENTE se gastan en el mundo CUATRO MIL MILLONES de dólares en ese ámbito. Inmediatamente después nos avergonzó al recordar que cada día dejamos morir de hambre a 36 mil niños. INACEPTABLE. Nuestro silencio, también.
Volvió a insistir en la improrrogable transición de los súbditos espectadores hacia ciudadanos actores. Es nuestra responsabilidad. Y para ello es indispensable la recuperación de la democracia en su máxima expresión, diferenciando el hecho de que te cuenten a que te tengan en cuenta. Si no nos implicamos en esa lucha, estaremos aceptando lo inaceptable y por lo tanto, siguiendo las indicaciones de su madre, estaremos muy lejos de la felicic¡dad.
Nos recordó el origen de este desaguisado en las lamentables figuras de Reagan y la "dama de Hierro" que antepusieron, tras la caida del muro, las leyes del mercado por encima de los derechos de los ciudadanos. Aún no hemos corregido esta desviación y es un deber no retrasarlo.
Se preguntó dónde estaban todos estos organismos que ahora nos echan la soga al cuello cuando aquí estában inflando el negocio inmobiliario y generando la insostenible situación económica que ahora pagamos todos.
Entre las soluciones, propuso la federación de Europa y de España también, promoviendo una unión en valores verdaderamente democraticos y de unos principios éticos de no aceptar lo inaceptable. Globalizar la ética. Por supuesto la recuperación de la democracia, de la que está promoviendo una declaración universal al estilo de la de los derechos humanos. La transición, de la mano de los ciudadanos actores, de este negocio de la guerra hacia una auténtica cultura de paz. Sustituir la fuerza por la palabra, la injusticia por la igualdad...
En fin, que da para mucho un par de horas con este señor y, como siempre os recomiendo cualquiera de sus videos de Youtube.
No quiero olvidar el fundamental papel que otorga a las mujeres en el cambio. Siempre nos expresa su deseo y convencimiento que cuando las mujeres ocupen un 20% de los organos de decisión importantes, el cambio empezará a correr. Actualmente nos informa que estamos sobre una cuota de un 12%, así que aún nos queda trabajo.
Destacó con alegría que le habían parecido valientes las palabras de la ministra de Defensa, al denunciar que se estaban comprando materiales bélicos (aviones y tanques...) que no necesitan con dinero que no tienen. Hay una obligación de hacerlo por pertenencias a la OTAN. Cada vez que un dirigente de un pais, se ha recogido las mangas y ha denunciado la presión de la industria armamentística y su poder, las consecuencias han sido lamentables. Nos recordó las figuras de los presidentes que se enfrentaron al negocio de la guerra, unos con más timidez que otros, desde los dos Kennedy, Rabín, Sadat y otros, con un final común.
Si quieres paz, construye la paz...
¿Qué somos? ¿Ciudadanos o súbditos sumisos?
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