El camino... ¿hacia dónde?

Desde lo más profundo de los tiempos existe un mensaje para nosotros.
Un mensaje universal e insultantemente simple.

Inamovible desde entonces, pero no siempre comprendido. Unas veces enterrado, otras disfrazado, casi siempre perseguido, oculto y manipulado. Pero, eterno en su esencia, resurge una y otra vez desde lo más profundo de nuestros corazones.

Hay un creador. Hay un creado.

Y el sentido de la existencia de este último es la de regresar a lo divino por propia voluntad y medios.

Entonces, lo creado y el creador se fundiran de nuevo.

No invento nada, no descubro nada.

Esta ahí desde siempre.

El mensaje permite una deducción por la que empezar. Si debemos regresar, es que hay un camino. Es el momento de decidir. De usar nuestra libertad.

Grandes maestros han tenido nuestras civilizaciones que nos han mostrado el recorrido y sus resultados. Casi siempre han sido perseguidos y eliminados como el propio mensaje. Pero en sus vidas había algo diferente. Algo que nos enciende el corazón.

Lo que parece claro es que no hay un sólo camino, sino muchos y muy variados.
Quizás uno para cada uno.

Es un mensaje de libertad.
¿Por qué existe el miedo a que ese mensaje sea comprendido?
¿Quién saca beneficio de la ausencia de libertad de los demás?

Quisiera reproducir un pequeño diálogo de la excelente película de Ray Loriga, "Teresa, el cuerpo de Cristo". Teresa de Avila rompe todos los moldes de su época al proclamarse esposa de Jesucristo.
Ella lo sintió así y así lo defendió.
Tuvo el calor de la hoguera muy cerca por proclamar un amor de esposa a Cristo.

El propio Jesús ya hizo algo similar al proclamarse hijo de Dios y llamarle familiarmente abba (padre). Todos conocemos el final.

En este caso, muy a pesar de ella pues le hubieran hecho el favor de reunir a los amantes, esquivó las llamas e incluso le hemos encontrado acomodo en el santoral.
Es tan fragil la linea que separa la hoguera de la canonización...¡¡¡

Ahí va este fragmento de un diálogo que seguro que tambien es universal como el propio mensaje: (no es literal, es de memoria)

(A la hermana Teresa le envían una autoridad de la jerarquía eclesiástica para tratar de convencerla, de domarla y evitar mayores problemas...)


- Pero Teresa, acaso no os dais cuenta del peligro que correis
- El único peligro sería apartarme de El.
- Pero debes acabar con esta locura
- Todo amor es locura
- Pensad que puede ser el demonio (se refiere al ente que ella identifica como Jesús)
- No. No es demonio, pues ningún demonio sabe dar amor tan dulce. (El maestro se enfada)

-¿Quién os creeis?
- Su esposa (Ahí sí que se enfada...)

- Cómo os atreveis a afirmar que habeis llegado hasta El, si todos andamos aquí buscándole a ciegas (es curioso que esto salga de la boca de una autoridad de la iglesia)
- He encontrado el camino. Como otros antes (se gira entusiasmada hacia la biblioteca del maestro) Está ahí, en esos libros... San Agustín (y cita alguno más) (El maestro guarda de nuevo el libro como si mordiera)
- Hay palabras que son veneno para ciertos oídos.

- Y no os falta razón, maestro. Pero lo que entiendo a medias, lo siento entero.

(Tengo dudas de quién es el verdadero maestro...) Aquí viene alguien a decirme por la espalda: - Pero Carlos, si hoy es el primer día de rebajas... ¿Qué coño haces pensando en estas cosas? Quizás tenga razón. O no.

Gracias Chus por el video...