martes, 2 de junio de 2020

"Es más que amor", Génesis.

Cuando uno, por la razón que sea, se acerca a los Evangelios (nos limitamos a los Evangelios canónicos) se encuentra con la increíble y fascinante historia de Jesús, o mejor dicho, de los años públicos de su vida, su cruel castigo, muerte y resurrección posterior.

Hay tres de ellos, Mateo, Marcos y Lucas, que cuentan prácticamente la misma historia y tienen pocas diferencias entre si. Está bastante aceptado entre los estudiosos del asunto que es muy probable que esa semejanza se deba a que los tres evangelistas mencionados bebieron de la misma fuente, que es conocida como el evangelio Q y del que no tenemos ninguna copia en nuestros días.

Después está Juan. Y este evangelista, que fue discípulo de Jesús, nos cuenta una historia diferente o, por lo menos, con otro tono, dando importancia a aspectos diferentes del mensaje de Jesús. Se puede decir que en el relato de Juan, supuestamente el discípulo amado, se oye mejor y mas cercana la voz de Jesús. Es más en primera persona, a mi entender. Los anteriores parecen contar la historia de otro, de un tercero que es el objeto narrado. Sin embargo en Juan, parece que es el propio Jesús el que explica su mensaje.

Creo que se nota un poco que es el que más me gusta.

Centrándonos en María Magdalena y su importancia en la historia, vemos que parece ser un personaje clave, ya que aparece en los momentos más importantes y dramáticos de la trama.
Cabe destacar que aparece citada más veces que la mayoría de los apóstoles.

Siempre estuvo ahí, junto a María, la madre de Jesús. Ellas, junto a Juan, son los únicos personajes que permanecen al pie de la cruz durante la agonía del Nazareno. Para ellos fueron sus últimas palabras. 

El resto huyó o se escondió dominado bajo un miedo que puede ser justificado.

La cosa no queda ahí, ya que, siempre según los evangelios, es la principal  o única testigo de la primera aparición de Jesús tras su muerte. 


Imagino que Jesús no elegiría al azar un asunto tan importante como la primera aparición tras su aparente muerte física dándole un susto al primero que asomara por allí. No parece. 

Si has llegado hasta ese punto, quieres saber más. Quieres saber qué ocurre después de lo relatado en los Evangelios. Quieres saber qué sucede con los principales personajes de la historia.

No te agobies. Hay una continuación. Se llama "Hechos de los Apóstoles". 

En lo que parece la segunda parte de los Evangelios, se retoma la historia, más o menos donde termina la otra. Nos encontramos a los apóstoles desconcertados y escondidos en Jerusalén y conocemos el importante episodio de la Epifanía, donde el Espíritu Santo hace su aparición y se convierte en la fuerza y guía de éstos en sus siguientes pasos.

Lamentablemente, poco sabemos ya de María Magdalena y su madre. Hay alguna referencia a "alguna mujeres" como única mención, pero acaba ahí.

Pedro logra el protagonismo con diversas escenas en las que parece heredar los "poderes" de Jesús a través del Espíritu Santo. Pero pronto se puede apreciar que Pedro no es Jesús.

Sirva como ejemplo este episodio:

Hechos 5:1-11 
Ananías y Safira
5  Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad,

2 y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles.

3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?

4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.

5 Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron.

6 Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron.

7 Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido.

8 Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto.

9 Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti.

10 Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró; y cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido.

11 Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas.

No, Pedro no parece Jesús, ni actúa como Él.

Pero eso es otra historia.

Si avanzamos nos encontramos con el oscuro personaje de Saulo de Tarso, el enviado para acabar con la creciente nueva religión. Y lo hace de la forma más cruel, como se puede ver con el pobre Esteban. 

Saulo se va a convertir en Pablo tras un episodio confuso y de repente asume todo el peso de la historia y tras enfrentarse a Pedro, cargará con el liderazgo espiritual y político de la nueva iglesia.

Es un buen ejercicio comparar las palabras y las ideas de Pablo/ Saulo con las del propio Jesús sólo unos capítulos más atrás.

La historia ya parece otra y puedes completarla con las cartas que todos estos nuevos líderes envían a las recién constituidas comunidades cristianas.

En mi corazón había un hueco enorme. El de María. Necesitaba saber más de ella.

Aquí nace "Es más que amor".

Esta historia empieza donde acaba su participación en el Nuevo Testamento.
Es una ficción basada en experiencias personales en las que trato de completar ese hueco. Por lo menos para mí.

Todo ello escrito con el más absoluto respeto por todas las creencias y sensibilidad de la que he sido capaz.

Ya os iré contando más cosas...

Fuentes: La Nueva Biblia de Jerusalén
Foto: https://rezarconlosiconos.com/

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