Aquellos que banalizan la paz, son los mismos que banalizan la violencia.
La paz es un proceso complejo que no debe ser pasado por alto. Aquello que se ha erosionado durante años, no se resuelve con un gesto, con una pose, con un anuncio o con más violencia. Se resuelve mediante un largo y costoso proceso de educación por la paz.
Hay muchos actores, hay muchos matices. Hay demasiadas heridas.
Sin duda, el primer paso obvio, es la renuncia a la violencia por parte de los violentos. sin eso no se inicia el proceso.
A partir de aquí he escuchado de todo con respecto a los siguientes pasos a dar.
No es fácil, pero tengo motivos para creer que en Euskadi se están haciendo bien las cosas. Hay gente preparada y con la suficiente determinación para llevar esto hasta el final. Y no son policias, ni militares, ni van armados. Son agentes de paz.
Se callaron las armas y es el momento de las palabras.
La paz no es decir que lo dejo y aquí no ha pasado nada.
La paz no es lanzar todo el peso de una justicia ciega y vengadora contra todo el que se mueva.
La paz no es venganza, ni olvidar sin más. La paz es reparar todas la grietas abiertas en el tejido social durante la inundación de la violencia.
La paz es generosa. Porque generosas son las personas de bien.
Maravilloso trabajo emitido en tv3 sobre parte de ese proceso: la construcción de un relato en común sobre lo ocurrido.
Me llama la atención que tanto las víctimas, como los terroristas que participan en este proceso, lo hacen a pesar del sentir mayoritario de sus compañeros. Están rompiendo muros en sus propios castillos y eso es fundamental para avanzar.
Ahí va mi reconocimiento a su valentía por ello.
Impagables las palabras de la víctima sobre el odio y la necesidad de venganza.
lunes, 12 de marzo de 2012
domingo, 29 de enero de 2012
La doble vida de Verónica
Asomado a un breve reflejo, he podido verte entre las sombras del telón.
Te he sorprendido en la danza del que maneja los hilos,
con pasión, con ternura
y la delicadeza del que conoce lo importante que es
sostener un frágil Universo en la palma de la mano.
La marioneta nace al ser tocada por tus manos,
y danza la melodía de la existencia temporal.
Ella no es consciente de que son tus manos las que la hacen volar,
no siente el tacto ni el aliento de la dulzura,
ingenua actriz involuntaria de un espectáculo cósmico
de vida y muerte.
Pero he alzado la cabeza por encima del miedo
y no he podido dejar de verte, de amarte.
Si en mi rostro ha nacido la paz al conocerte,
en el tuyo la sorpresa refleja lo poco acostumbrado que estás a esas miradas,
y me hace pensar si en tu soledad puedes sentirte amado.
Cuando el cine y la poesía hacen el amor, germinan cosas como esta escena de la película "La double vie de Veronique", del cineasta polaco Kieslowski.
Te he sorprendido en la danza del que maneja los hilos,
con pasión, con ternura
y la delicadeza del que conoce lo importante que es
sostener un frágil Universo en la palma de la mano.
La marioneta nace al ser tocada por tus manos,
y danza la melodía de la existencia temporal.
Ella no es consciente de que son tus manos las que la hacen volar,
no siente el tacto ni el aliento de la dulzura,
ingenua actriz involuntaria de un espectáculo cósmico
de vida y muerte.
Pero he alzado la cabeza por encima del miedo
y no he podido dejar de verte, de amarte.
Si en mi rostro ha nacido la paz al conocerte,
en el tuyo la sorpresa refleja lo poco acostumbrado que estás a esas miradas,
y me hace pensar si en tu soledad puedes sentirte amado.
Cuando el cine y la poesía hacen el amor, germinan cosas como esta escena de la película "La double vie de Veronique", del cineasta polaco Kieslowski.
lunes, 9 de enero de 2012
Khalil Gibran- "Espíritus rebeldes" (1908)
"En nuestras calles estrechas, el mercader vende sus días para ganar el tributo a los explotadores ladrones de Occidente, pero nadie le aconseja. En los infértiles campos, los labriegos aran la tierra y plantan las semillas de sus corazones, pero no recogen más que espinas y nadie les enseña el verdadero sendero. Por nuestras áridas planicies vaga descalzo y hambriento el beduino, pero nadie se apiada de él. Desde el principio de los tiempos hemos vivido en las tinieblas, y somos llevados como prisioneros de una celda a otra, mientras el tiempo se mofa de nuestra condición. ¿Cuándo llegará el día? ¿Hasta cuándo soportaremos el escarnio de los siglos?
Muchas piedras hemos acarreado y muchas cadenas han aprisionado nuestros cuellos. ¿Hasta cuándo soportaremos este ultraje humano? La esclavitud egipcia, el exílio de Babilonia, la tiranía de Persia, el despotismo de los romanos, la avidez de europa... todo esto hemos sufrido.
¿Hacia dónde vamos ahora, y cuándo llegaremos a los sublimes confines de este sendero peligroso?"
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