¿Porqué me miras? Mira a tu propio yo
¿Porqué me escuchas? Escucha a tu propio yo.
¿Porqué crees en lo que te digo? No creas en mí ni en ningún otro maestro, mejor confía en tu propia voz interior. Esta es tu guía, ésta es tu maestro.
Tu maestro está dentro de ti, no fuera.
¡Conócete a ti mismo, no a mí!
Camina conmigo, pero no me sigas ciegamente. Sujétate con rapidez a la verdad, no a mis prendas. Mi cuerpo es meramente una estructura de arcilla; hoy está aquí pero mañana se habrá ido. Si te apegas mí hoy, ¿Qué vas a hacer mañana cuando no esté contigo?
Apégate a Dios, apégate a la humanidad, solamente entonces estarás cerca de mí.
Peregrina de paz.
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