sábado, 11 de octubre de 2008

El rescate.

Leo en todos los titulares de prensa la reacción inmediata de todos los gobiernos e instituciones mundiales para acudir al rescate de las entidades bancarias que se encuentran en peligro.

Me pregunto si no se tratará de un ensayo para cuando todo ese esfuerzo se dedique al rescate de las personas.


Tenemos la información, los recursos, la técnica, el dinero y el conocimiento necesarios para solventar las injusticias y terribles desigualdades que se producen desde milenios entre los habitantes de este hermoso planeta azul, verde y gris.

Sólo falta la voluntad.

Esa misma voluntad que demuestran con esos terroristas financieros al aceptar el irritante chantaje al que nos someten.


Si explotamos nos llevamos todo por delante.

Toda esta tremenda movilización es provocada por el miedo. Cuando lo venzamos y emerga el amor, tendremos la fuerza suficiente para acudir al rescate de nuestros hermanos.

Esta civilización será recordada eternamente por el cobarde sentimiento de miedo que nos paralizó, haciéndonos caer en el terrible pecado de la omisión del auxilio.

No es el homo sapiens, hablamos del homo temerosus.


1 comentario:

Arantxa dijo...

Parece sencillo de ver, pero no es así para muchos... dicen que las crisis en general llevan siempre a algo mejor, eso deseo yo, que con cada dia de "crisis" haya un nuevo día, y que al final, otro mundo sea posible...

Carlos, si no lo has hecho, te animo a que reenvies tu escrito a medios de comunicación... y con tu permiso, lo copio y lo reenvio a la red... que de alguna manera es una bonita "tela de araña" interconectada...

Un abrazo y buen camino peregrino!
Arantxa